ORTO-K y su papel en el control de miopía

¿Qué es la ortoqueratología?

La ortoqueratología, también conocida como Orto-k, es una técnica de contactología avanzada que permite una buena visión al paciente durante el día sin tener que usar gafas ni lentillas mediante un moldeo corneal controlado durante la noche con unas lentes de contacto de diseño especial.

Antes de iniciar el tratamiento se debe hacer un examen completo, incluyendo graduación, exploración ocular y topografía corneal, ya que no todos los pacientes son candidatos.

La topografía nos permite hacernos una idea de cómo es tridimensionalmente la córnea y es crucial para decidir si el tratamiento es viable o no.

¿Qué ventajas ofrece?

  • Proporciona una buena visión durante el día sin necesidad de utilizar otro método de corrección
  • Es reversible. Si se dejan de utilizar las lentes de contacto la córnea vuelve a su estado original, recuperando las dioptrías previas a empezar el tratamiento
  • Alternativa a la cirugía refractiva
  • Alternativa para pacientes con mala tolerancia a las lentes de contacto diurnas
  • Solución ideal para deportistas y/o personas que trabajen en ambientes adversos (polvo, humo, productos químicos)
  • Porte nocturno cómodo
  • Si la graduación del paciente cambia, basta con modificar los parámetros de la lentilla para compensar el nuevo defecto refractivo.

¿Hay efectos secundarios o contraindicaciones?

Este tipo de lentes de contacto no suele producir problemas pero existe la posibilidad de que en algún momento aparezca algún síntoma o complicación –los mismos que podrían darse por un mal uso de lentes de contacto diurnas–, de ser así deberá suspender el tratamiento y consultar inmediatamente con su óptico-optometrista u oftalmólogo.

Este tratamiento está contraindicado en córneas patológicas (ej.: queratocono), ojo seco moderado o severo, ojos con infección o inflamación, enfermedades en córnea y/o párpados, diámetro pupilar grande en casos de alta miopía.

¿Se puede utilizar orto-k si está subiendo la miopía?

Para poder indicar el uso de lentes de ortoqueratología como método de control de la progresión de la miopía en niños y adolescentes debemos confirmar que la miopía está en evolución. Para ello debe comprobarse si ha habido un cambio en la graduación y si el ojo ha crecido (medida de la longitud axial), esto podemos saberlo comparando cuánto mide el ojo en cada revisión respecto a la primera medida registrada.

Los niños cuya longitud axial es mayor que la media para su edad o ha ido aumentando en las últimas revisiones, tienen más probabilidad de alcanzar mayor graduación a lo largo del tiempo, por lo que en estos casos está indicado realizar la intervención de “control de miopía”.

Basándonos en la bibliografía científica, la ortoqueratología ha demostrado ser la técnica no farmacológica más efectiva y de primera elección para controlar la progresión de la miopía. Se puede utilizar en combinación con la atropina, un fármaco que en dosis bajas también ha demostrado ser eficaz.

La miopía es multifactorial, por lo que además de utilizar estas lentes de contacto, debemos recordar a nuestros pacientes la importancia de una buena higiene visual (buena iluminación, correcta distancia de trabajo, descansos regulares durante tareas en visión próxima, etc.), limitar el tiempo de uso de pantallas y exposición a la luz solar.