Laura Pérez Carrero

ICL
Aún no me creo que no necesito gafas ni lentillas.

He recibido un trato muy agradable por parte de todo el personal de la Clínica y en quirófano. La intervención fue mucho más corta de lo que imaginaba. Sentí una pequeña presión que duró unos segundos y el doctor me dijo que ya estaba. Buena experiencia en general.

Había oído de la lente ICL, hace unos meses cuando se operó un amigo. Me decidí por la lente ICL por la reversibilidad de la intervención y por mi alta graduación.

Ahora veo más nítido y llego a más distancia de lejos. De cerca aún estoy adaptándome.

Volvería a operarme sin duda. Aún no me creo que no necesito gafas ni lentillas.

Desde luego, sin duda ha mejorado mi calidad de vida. No tener que estar pendiente de las gafas o las lentillas, despertarme y ver. Que no se te empañen las gafas trabajando con las mascarilla…..