Ernesto

Catarata
Ver perfectamente a todas las distancias, poder leer, ver el móvil, etc. alegra la vida.

Reconozco que iba con miedo por la precaución que se tiene a que te toquen los ojos. Sin embargo, no sentí ningún dolor ni prácticamente ninguna molestia durante la operación. En una palabra,  mejor imposible.

Las cataratas hacían que mi vida normal, y especialmente la conducción, estuvieran muy afectados. La conversación con el doctor me dejó convencido.

Nada más salir del quirófano, ya noté que enfocaba perfectamente. Al día siguiente, una vez eliminada una visión «lechosa», la visión es perfecta.

Ver perfectamente a todas las distancias, poder leer, ver el móvil, etc. alegra la vida. Antes me costaba mucho ver el ordenador, leer, (tenía que utilizar una lupa), y se acabaron los problemas en la conducción.

Por supuesto que recomendaría la intervención, dentro de las posibilidades económicas.