Lunares en el Ojo

¿Qué son los lunares en el ojo y por qué debes vigilarlos?

Los lunares en el ojo, también conocidos como nevus oculares, son lesiones pigmentadas que se forman por la acumulación de melanocitos, las células que producen melanina. La melanina es el pigmento que da color a la piel, el cabello y los ojos.

Los nevus oculares pueden aparecer en cualquier parte del ojo, pero los más frecuentes son los que se localizan en la conjuntiva, el iris y la coroides. La conjuntiva es la membrana transparente que recubre el ojo y los párpados, el iris es la parte coloreada del ojo que rodea la pupila y la coroides es la capa vascular que se encuentra debajo de la retina.

Los nevus oculares suelen ser de color marrón o negro, pero también pueden ser de otros tonos, como gris, azul o verde. Normalmente son planos, pero pueden ser elevados o tener una forma irregular. La mayoría de los nevus oculares son benignos y no causan ningún síntoma ni afectan a la visión, pero es importante vigilarlos periódicamente porque pueden cambiar de tamaño, forma o color, o incluso malignizar y convertirse en un melanoma ocular, un tipo de cáncer muy agresivo que puede poner en riesgo la vida del paciente.

¿Qué causa los lunares en el ojo?

Los lunares en el ojo se originan por un exceso de melanocitos en una zona determinada del ojo. Los melanocitos son células normales que se encargan de producir melanina, el pigmento que protege al ojo de la radiación ultravioleta del sol. Sin embargo, a veces los melanocitos se multiplican de forma anormal y forman un grupo o un bulto que se ve como un lunar.

No se sabe exactamente qué provoca este crecimiento anormal de los melanocitos, pero se cree que puede estar relacionado con factores genéticos, ambientales o inmunológicos. Algunos factores de riesgo que pueden favorecer la aparición de nevus oculares son:

  • Tener la piel clara y los ojos claros
  • Tener antecedentes familiares de nevus oculares o melanoma
  • Tener muchos lunares en la piel
  • Haber sufrido quemaduras solares en la infancia o la adolescencia
  • Estar expuesto a altos niveles de radiación ultravioleta, ya sea por el sol o por fuentes artificiales, como las cabinas de bronceado

¿Cómo se diagnostican los lunares en el ojo?

Los lunares en el ojo pueden ser visibles a simple vista o sólo detectables mediante un examen oftalmológico. Los nevus externos, que afectan a la conjuntiva o al iris, se pueden observar como una mancha de color oscuro en el ojo o en el borde del párpado. Los nevus internos, que afectan a la coroides, se encuentran por debajo de la retina y requieren una exploración del fondo de ojo para verlos.

Para diagnosticar los lunares en el ojo, el oftalmólogo realizará una serie de pruebas, como:

  • Una biomicroscopía, que consiste en examinar el ojo con una lente de aumento y una luz especial
  • Una oftalmoscopia, que consiste en examinar el fondo de ojo con un instrumento llamado oftalmoscopio
  • Una ecografía ocular, que consiste en obtener imágenes del interior del ojo mediante ondas de sonido
  • Una tomografía de coherencia óptica (OCT), que consiste en obtener imágenes tridimensionales de alta resolución de las capas del ojo mediante un láser
  • Una angiografía fluoresceínica, que consiste en inyectar un colorante en el brazo del paciente y observar cómo circula por los vasos sanguíneos del ojo

Estas pruebas permitirán al oftalmólogo determinar el tamaño, la forma, el color, la localización y el tipo de nevus ocular, así como descartar o confirmar la presencia de un melanoma.

¿Qué tratamiento tienen los lunares en el ojo?

La mayoría de los lunares en el ojo no requieren ningún tratamiento, ya que son lesiones benignas que no afectan a la salud ni a la visión del paciente. Sin embargo, es necesario realizar un seguimiento periódico para controlar su evolución y detectar posibles cambios que puedan indicar una malignización.

El seguimiento de los nevus oculares consiste en realizar revisiones oftalmológicas cada 6 o 12 meses, dependiendo del criterio del especialista. En estas revisiones, se repetirán las pruebas diagnósticas para comparar los resultados y verificar si el nevus ha crecido, cambiado de color o forma, o si presenta signos de sangrado, inflamación o ulceración.

Si el nevus ocular presenta algún síntoma, como dolor, irritación, enrojecimiento, lagrimeo, visión borrosa o pérdida de visión, se debe acudir al oftalmólogo lo antes posible, ya que puede tratarse de una complicación o de un melanoma.

El tratamiento de los nevus oculares dependerá de su localización, tamaño y tipo. Algunas opciones de tratamiento son:

  • La observación, que consiste en no hacer nada y seguir vigilando el nevus
  • La extirpación quirúrgica, que consiste en eliminar el nevus mediante una intervención quirúrgica
  • La crioterapia, que consiste en congelar el nevus con nitrógeno líquido para destruirlo
  • La termoterapia, que consiste en aplicar calor al nevus mediante un láser o una sonda para destruirlo
  • La radioterapia, que consiste en aplicar radiación al nevus para destruirlo
  • La inmunoterapia, que consiste en administrar medicamentos que estimulan el sistema inmunitario para combatir el nevus

El tratamiento de los melanomas oculares es más complejo y requiere la colaboración de un equipo multidisciplinar de especialistas. El objetivo del tratamiento es eliminar el tumor, preservar la visión y evitar la diseminación a otros órganos. Algunas opciones de tratamiento son:

  • La enucleación, que consiste en extirpar el ojo afectado por el melanoma
  • La resección local, que consiste en extirpar sólo la parte del ojo afectada por el melanoma
  • La braquiterapia, que consiste en colocar unas semillas radiactivas cerca del melanoma para destruirlo
  • La radioterapia externa, que consiste en aplicar radiación al ojo desde fuera
  • La protonterapia, que consiste en aplicar un tipo de radiación llamada protones al ojo
  • La fotocoagulación, que consiste en aplicar un láser al melanoma para destruirlo
  • La terapia fotodinámica, que consiste en inyectar un medicamento que se activa con la luz y destruye el melanoma
  • La quimioterapia, que consiste en administrar medicamentos que matan las células cancerosas
  • La inmunoterapia, que consiste en administrar medicamentos que estimulan el sistema inmunitario para combatir el melanoma

¿Cómo prevenir los lunares en el ojo?

No existe una forma segura de prevenir los lunares en el ojo, ya que se desconoce su causa exacta. Sin embargo, se pueden adoptar algunas medidas para reducir el riesgo de desarrollarlos o de que se conviertan en un melanoma, como:

  • Proteger los ojos del sol con gafas de sol homologadas que filtren los rayos ultravioleta
  • Evitar el uso de cabinas de bronceado o de lámparas solares
  • Revisar periódicamente los ojos y los lunares con un oftalmólogo
  • Consultar al oftalmólogo ante cualquier cambio o síntoma en los ojos o en los lunares
  • Seguir las indicaciones del oftalmólogo en caso de tener un nevus ocular o un melanoma

¿Qué significan los lunares en el ojo?

Los lunares en el ojo no tienen ningún significado especial, salvo que sean un indicio de una enfermedad ocular. Algunas personas creen que los lunares en el ojo tienen un significado esotérico o místico, relacionado con la personalidad, el destino o la suerte. Sin embargo, no hay ninguna evidencia científica que respalde estas creencias.

Los lunares en el ojo son simplemente manchas de pigmentación que se forman por la acumulación de melanocitos, las células que producen melanina. La melanina es el pigmento que da color a la piel, el cabello y los ojos. Los lunares en el ojo pueden aparecer en cualquier parte del ojo, pero los más frecuentes son los que se localizan en la conjuntiva, el iris y la coroides.

Los lunares en el ojo pueden ser de diferentes colores, formas y tamaños, dependiendo de la cantidad y el tipo de melanina que contienen. Algunos lunares en el ojo son visibles a simple vista, como los que afectan a la conjuntiva o al iris, y otros sólo pueden detectarse mediante un examen oftalmológico, como los que afectan a la coroides.

Los lunares en el ojo suelen ser benignos y no causan ningún problema, pero es importante vigilarlos periódicamente porque pueden cambiar o malignizar. En algunos casos, los lunares en el ojo pueden ser un signo de un melanoma ocular, un tipo de cáncer muy agresivo que puede poner en riesgo la vida del paciente.

Por eso, si tienes un lunar en el ojo, te recomendamos que nos consultes para una revisión completa y te indiquemos el tratamiento más adecuado para tu caso. No te dejes llevar por supersticiones o mitos sin fundamento, y cuida tu salud visual con responsabilidad.