Gotas oculares para la presbicia: ¿una alternativa real a las gafas?

En los últimos meses han aparecido en los medios noticias sobre unas nuevas gotas oculares con aceclidina aprobadas en Estados Unidos para mejorar la visión cercana en personas con presbicia (vista cansada). Este avance ha despertado gran interés, ya que promete reducir la dependencia de las gafas de cerca. Sin embargo, conviene analizar con calma qué son, cómo funcionan y cuáles son sus limitaciones.

¿Qué es la aceclidina y cómo actúa?

La aceclidina es una sustancia que contrae la pupila de forma temporal. Al hacerlo, produce un efecto óptico similar al del cierre de un diafragma de cámara fotográfica: entra menos luz en el ojo, pero aumenta la profundidad de campo, lo que permite enfocar mejor los objetos cercanos.

El efecto aparece a los 30 minutos aproximadamente de la aplicación y puede durar hasta 8-10 horas. En principio, una aplicación diaria sería suficiente para notar mejoría en la lectura o el uso de pantallas.

¿Qué beneficios pueden aportar?

  • Mejora temporal de la visión cercana sin necesidad de gafas.
  • Uso puntual: puede resultar útil en situaciones concretas como leer un menú, consultar el móvil o realizar tareas breves.
  • Alternativa no invasiva: no requiere cirugía ni procedimientos permanentes.

¿Cuáles son sus limitaciones?

A pesar de lo novedoso, es importante tener en cuenta varios aspectos:

  • No corrige la causa real de la presbicia: el problema principal es la pérdida de elasticidad del cristalino con la edad, algo que las gotas no pueden revertir.
  • Efecto limitado: no todas las personas obtienen el mismo resultado y la eficacia depende mucho de las condiciones de luz.
  • Posibles efectos secundarios: irritación ocular, visión borrosa, dolor de cabeza o molestias al conducir de noche.
  • No sustituye las gafas: en la mayoría de casos las gafas seguirán siendo necesarias, especialmente para lecturas prolongadas o en ambientes con poca iluminación.
  • Falta de estudios a largo plazo: aunque los ensayos clínicos iniciales muestran seguridad, aún no existen datos sobre un uso continuado durante años.

Entonces, ¿son la solución a la presbicia?

La respuesta es clara: no.
Estas gotas pueden ser una opción complementaria para algunas personas con presbicia leve, pero no representan una alternativa definitiva a las gafas de cerca ni a otras soluciones más estables.

En la mayoría de los pacientes, las gafas siguen siendo la opción más segura, cómoda y eficaz para mantener una buena visión cercana en el día a día. Por supuesto también existe la opción quirúrgica con lentes intracoulares multifocales.

Recomendación desde Clínica INSADOF

Antes de utilizar este tipo de tratamientos, es fundamental realizar una valoración oftalmológica completa. Cada caso es diferente, y solo un especialista puede determinar si estas gotas podrían aportar algún beneficio real sin poner en riesgo la salud ocular.

En conclusión, las gotas con aceclidina no sustituyen las gafas y deben considerarse únicamente como una ayuda puntual bajo supervisión médica.