El estrabismo es la falta de paralelismo entre ambos ojos de modo que no fijan en el mismo lugar.
El estrabismo no supone siempre que el ojo esté hacia adentro o hacia fuera. Es cierto que esto es lo más frecuente pero puede haber estrabismos verticales aislados o asociados a una desviación horizontal. Son los llamados ‘estrabismos verticales’ y son debidos a hiperacciones o hipoacciones de los músculos rectos verticales (superior e inferior), o de los oblicuos (superior e inferior).
Estos desequilibrios entre músculos van a traducirse en una alteración de la altura de los ojos, de modo que no van equilibrados. Y según la posición de la mirada pueden variar, estando uno más alto que otro. Es muy típico que el niño/a tuerza la cabeza sobre uno de los hombros para compensar la visión. Es lo que llamamos ‘tortícolis compensatoria’.
Sirva como ejemplo una niña de 9 años con una hiperacción del músculo oblicuo inferior del ojo derecho. Observamos cuando mira a la izquierda, el ojo derecho sube mucho más que el izquierdo. Realizamos una intervención quirúrgica en la que se debilitó el músculo oblicuo inferior del ojo derecho para normalizar su acción y reestablecer el paralelismo ocular en la mirada a la izquierda.